lunes, 21 de octubre de 2013

Cuando un corazón se rompe...

“Cuando se cae un vaso o un plato al suelo se oye un estrépito. Cuando una ventana se hace añicos, una pata de mesa se quiebra o cuando un cuadro se desprende de la pared se oye un chasquido. Pero en lo que al corazón atañe, cuando éste se rompe, lo hace en el más absoluto silencio. Dirías que siendo algo tan importante, debería hacer el ruido más fuerte del mundo entero o, incluso emitir algún sonido ceremonioso como la vibrante resonancia de un címbano o el tañido de una campana. Pero guarda silencio y casi deseas que haga un ruido que te distraiga del dolor. Si hay un sonido, es interno. El corazón grita y sólo lo oyes tú. Es un grito tan fuerte que te zumban los oídos y te duele la cabeza. Se retuerce dentro de tu pecho como un gran tiburón blanco atrapado en el mar; ruge como una osa a la que le han arrebatado su osezno. Eso es lo que parece y así es cómo suena. Como una enorme bestia que se revuelve presa del pánico en una trampa, rugiendo como si fuese prisionera de sus propias emociones. Pero así es el amor: nadie queda fuera de su alcance. Es tan desaforado como eso, tan vulnerable como una herida en carne viva expuesta al agua salada del mar, pero cuando el corazón se rompe, lo hace en silencio. Sólo gritas por dentro y nadie te oye”.
Si pudieras verme ahora, Cecilia Ahern.

jueves, 17 de enero de 2013

Por favor sea breve...

Por favor sea breve...



Él, sin darse vuelta, la apremia: 
-Por favor, sea breve.

Ella lo mira intensamente y, con una amplia sonrisa, le susurra:
-Soy yo, Amanda.

Él tardó en reconocerla, pero cuando lo hizo, no pudo menos que conmocionarse:
-Amor, creí que estabas muerta.
-Lo estoy, lo estoy... igual que tú.

martes, 30 de noviembre de 2010

IMAGINATE

Imagínate en tu cuarto imaginándome, imagina que imaginas que me estás queriendo mucho, imagina que también te quiero, que no hay en tu cabeza otro pensamiento que no sea yo, que te has perdido en un mundo de duendes, estrellas fugaces y tréboles deseando ser para mí y yo para ti, imagina que cada día sueñas conmigo jugando con el rojo de tus cabellos y devorándote la boca, contándote babosas historias que te hagan reír, soñando el péndulo de tu mano sujeta a la mía, soñando que te sueño, imagina que despiertas y la realidad poco se asemeja al sueño y a veces quieres seguir soñando y a veces no tanto, imagínate que todo te sucediera a ti y no a mí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

me dueles...

"Mansamente, insoportablemente me dueles..."
Jaime Sabines

Me dueles casi a diario y a veces en el desayuno, a la hora del café. Me dueles hondo, más que un dolor de cabeza, más que no poder dormir cuando tienes que madrugar, más que el impacto de la lluvia contra el pavimento, me dueles desde el escondite de mi sombra, desde el marchitar de mis ventanas, desde cierto julio, quizás agosto, me dueles en el silencio de tus ojos que ya no cuentan nada y miran en otra dirección, me dueles porque no estás a mi lado, porque nunca estuviste, porque ya no quiero que estés.

viernes, 25 de junio de 2010

mirarte...

Mirarte es olvidar que ocupo reaccionar y atender a mis problemas, es capturarte en mi memoria para encontrarte ya más tarde en mi cabeza, es ponerme a imaginar qué estás pensando, mirarte es tu silencio contándome que anoche no podías dormir o que ayer comenzó a llover cuando regresabas de la escuela, es encontrar la dirección de tu mirada y saber qué estás mirando, es contarte sin palabras que me encantas, mirarte es alimentar este conjunto de imaginaciones de ti, mirarte es una pintura donde hay un sol en el horizonte, es un cuento que algún día te contaré, es un espejo sin testigos, es quererte de a poquito sin saber quien eres, es descubrir el color de tu mirada, es la certeza de que estás ahí... mirándome.

viernes, 30 de abril de 2010

día del niño

He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño.

Joseph Heller



La infancia para mí es la mejor etapa de la vida, es el punto exacto donde la felicidad es abundante, no existe lo malo o lo bueno, la observación fluye sin detenerse así como la imaginación y las infinitas incógnitas que surgen todo el tiempo. Es una etapa en la que la ternura es la mejor arma para conseguir lo que se desea, sin llegar al llanto, ya sea algún antojo quizá hasta dañino para la salud, el desvelo nocturno que generalmente no dura mucho, algún juguete o hasta evitar ser regañado.


Estos pequeños seres adictos a la alegría, al amor, los dulces y la diversión en ocasiones son subestimados por gran parte de los “grandes”, como ellos nos llaman, imaginando que no saben de lo que se habla y por ende son ignorados en “conversaciones de adultos”. Los niños saben mucho más de lo que aparentan pues bien tienen poderes especiales que generalmente se pierden con los años, ellos saben quien los ama de verdad y regalan amor sin condición alguna, como el amor debe regalarse, pueden contar los mejores cuentos jamás antes escuchados, pese a que pudiera ser una copia de otro cuento o bien una anécdota de alguna vivencia, tienen la Fe más grande que cualquiera de los grandes, pueden creer en todo: Dios, Los Reyes Magos, las hadas, los duendes, Nunca Jamás, los padrinos mágicos, en fin, todo. Por su capacidad de observación dan respuestas muy inteligentes al universo entero aunque ignoradas por ser ilógicas o contradictorias a lo establecido pues la lluvia no es una nube llorando sino una precipitación de gotas líquidas propiciada por una condensación en las nubes, las estrellas no son las casas de los ángeles con un foquito prendido por si hay visitas, sino cuerpos celestes a millones años luz de distancia, no hay un conejo en la luna, sino sombras, los juguetes no tienen vida, las caricaturas son sólo dibujos, los animales no hablan otro idioma, en fin, en el adulto existen un montón de limitaciones para comprender cada buena respuesta que un niño encuentra. Los niños no guardan hipocresías, si algo no les gusta lo dicen, lo ignoran o bien, se van.


Es muy valiente ser niño y enfrentar un mundo loco, lleno de normas tontas y gente gruñona que se enoja sin razón pero es muy divertido serlo.


A veces es triste crecer y darse cuenta que la niñez ya pasó, el mundo que antes fue tan fabuloso se desmorona, las risas, la imaginación y el placer de un dulce en la boca escasean, surge la maldad, se acaba la ternura, no hay Batman o Superman o el Hombre Araña, ni juguetes bajo el árbol de navidad, ni dinero bajo la almohada, los monstruos que vivían bajo la cama o en el closet han salido y están tras de escritorios, mesas o micrófonos, frente a pizarrones, en la tele, escuelas u oficinas. Uno no deja de ser niño porque la mayoría lo haga o porque no parezca niño. Se dice que la infancia es aquella etapa de la vida que dura desde el nacimiento hasta los doce años, aproximadamente, pues bien considero que ese “aproximadamente” puede variar entre unos cuantos meses o cien años dependiendo de que tan valiente se quiera ser. Así que a jugar, imaginar y reír que todavía somos niños. ¡Feliz Día del Niño! A todos los niños chiquitos y grandulones y también ¡Feliz, feliz no-cumpleaños!




martes, 27 de abril de 2010

sueño

¿y si despierto y ya te has ido?
¿y si eres parte de éste breve sueño consciente?
¿y si desapareces al abrir los ojos?

Éste silencio insoportable que habita tanto esta cama no permite que escuche como respiras levemente mientras duermes y me abrazas sin ti.

Quisiera que estuvieras despierta despertandome, para no extrañarte tanto si despierto no te veo, para separarme de éste sueño y continuar las caricias y besos el día entero, para perderme en el estruendo de tu risa y los gritos de te amo despedazando el callar de mi cuarto.

Abro los ojos y todo se nubla y el silencio reina y no está tu respirar dormida, ni tu risa, ni los gritos de te amo, ni estás tú ahí despierta despertandome.

sábado, 24 de abril de 2010

Instrucciones para llorar (Julio Cortázar)



Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

lunes, 12 de abril de 2010

mi locura y tú

Así como esas implacables olas azotan tu puerto para destruirlo y renovarlo constantemente trayendo y llevando entre sus manos mil manojos de arena, así como llega el sol para matar lentamente la noche, así como muere el día en brazos de la luna, así pues éramos uno con el otro, finalizando mil cosas sin haber empezado una sola, siempre ofensivos y defensivos, siempre felices del reconcilio que jamás debió existir y yo siempre platicando con ausencias nuestras y tuyas, caminando pasos sin rumbo, huellas desconocidas, harto de no tener las tuyas a mi lado, ya me vuelve loco este devenir de tanto buscarnos y encontrarte sólo un poco, caminar sobre fuego, vidrio, vacío me resulta peligroso desde que no sujeto más tu mano ¿Será una locura haberte amado o será que amarte me volvió loco?

jueves, 11 de febrero de 2010

lluvia con café

¿sabes de esa lluvia que relaja tanto?
esa con aroma a tierra mojada y a humedad en las paredes,
esa tímida y leve con gotas gruesas,
la lluvia que suena dulce cuando golpea la azotea y el sonido recorre toda la casa
¿sabes de ese sabor que guarda el café mientras llueve de esta manera?
el calor de la taza con ese tipo de café lluvioso parece otro, más aún si es jueves,
más aún si se comparte con alguien
y se tiene cerca una ventana,
más aún si ese alguien eres tú...

hormiga


Una hormiga pasa por debajo de la cama destendida de tu cuarto, sube por las sábanas marchando hasta llegar a uno de los dedos que dejaste caer hace horas al quedarte dormida, luego trepa hasta tu hombro, se desliza por tu cuello, llega a tu mejilla y planta en ti un beso con semilla de girasoles. Te mira los ojos, aun cerrados, hermosos como ostras protegiendo brillantes perlas blancas. Tu mano intenta eliminar ese pequeño cosquilleo que te está provocando la hormiga mientras recorre tu rostro; tu nariz suspira hondo y tu pecho se infla levemente, al igual que tu vientre, y ante tanto movimiento la hormiga se sostiene de tu boca tibia, con ese aroma que me encanta, para no caer, el color de tu boca luce distinto, luces más niña. Traspaso tus labios y puedo sentir tus dientes, de pronto me besas tiernamente y comprendo que has despertado, así que debo dejar de fingirme hormiga para comenzar el día.